Ir al contenido

AMO VALPARAISO

Menú
  • Inicio
  • Noticias
  • Videos
  • Envíanos tu Historia
Instagram Facebook-square
HISTORIAS
Rosario Jimenez:

Desde Rocuant con amor

Hola, mi nombre es Rosario Jiménez Jara. Tengo 50 años, vivo en la parte baja del cerro Rocuant. Soy la menor de 10 hermanos y estoy casada hace 34 años. Tengo 3 bellas hijas y un maravilloso hijo.

En mi infancia estudié en la escuela F280 de Cuesta Colorada, Ramaditas. La media la realicé en el liceo La Igualdad, pero solo hice dos años. Ahí opté por la vida y me casé muy joven.

Toda mi vida he estado ligada a la iglesia, primero gracias a mi madre y ahora junto a mi familia participamos activamente en la parroquia Nuestra Señora de Andacollo en nuestro cerro. Pasaron los años y me convertí en catequista para los papás de aquellos niños que hacían la primera comunión. Hoy llevo más de 18 años en este apostolado debido a este servicio he podido conocer de cerca la precariedad de las familias del cerro.

Hace algunos años me nombraron coordinadora de una pequeña capilla en medio del cerro Rocuant, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Durante este tiempo he podido experimentar y observar a muchas familias y muchas realidades tan distintas con mucha pena debido a que la droga y la delincuencia nos asechan con mucha fuerza, muchos de los mismos niños que preparábamos en la capilla han tomado esos caminos.

Una de las pruebas más grandes que hemos pasado como comunidad ha sido el incendio ocurrido el pasado diciembre de 2019. Este incendio afectó tremendamente el cerro y por supuesto a nuestra capilla, ya que más de 20 familias de misa dominical y cooperadores activos vieron cómo sus casas se quemaban y quedaban sin nada. Viendo a tantos hermanos afectados decidimos ir en ayuda de todo el cerro y en especial de todas nuestras familias, por lo que coordiné grupos de ayudas: las primeras, mis hermanas de sangre con quienes cocinamos en la misma capilla y mis hijos, sobrinos y sus amigos salieron durante dos semanas a repartir las colaciones por los lugares afectados.

Poco a poco, nos trasformamos en un lugar de acopio con ayuda desde ropa, alimentación, útiles de aseo hasta apoyo espiritual para todos los necesitados. He visto la maravilla de Dios una vez más, ya que nunca nos abandonó. Incluso a varios meses del desastre, nosotros con la ayuda de muchos colaboradores anónimos podemos seguir apoyando y cubriendo las necesidades de las familias de la capilla.

El amor que siento por mi cerro es inmenso, ahí está mi raíz y mi historia no lo cambiaría por nada. 

PATROCINA:
Instagram Facebook-square