


“Mi historia con Valparaíso es una historia de amor y distancia, de presencias y ausencias. Ese tipo de historia de amor presente en el tiempo y el espacio, siempre recordando, añorando, de ir y venir, pero nunca ausente. Siempre he estado vinculado a esta ciudad a través de mi historia familiar, de mis amistades, de mi entorno, a través de mis trabajos”, relata Edgar Torres, gerente de Desarrollo de la Constructora Benavente Ltda, una empresa dedicada a la construcción, esencialmente de viviendas sociales y obras civiles.
Cuenta que su segunda carrera cursada en la UTFSM, lo hizo aún más querer esta ciudad, y crear una sensibilidad especial con su gente, con su vida latente dinámica en lo humano y paralizada en el desarrollo.
“He llevado muchos años de mi vida trabajando en ingeniería en grandes empresas, fuera de la región: en el norte para la minería, en el sur profundo, en la zona central, fuera de Chile. Pero la añoranza de lo propio, del esfuerzo de las personas de Valparaíso, de los locales de siempre que están en la memoria colectiva, desde antes de que yo naciera, del saludo amable de quien nos vende, o simplemente de quien uno ve muchas veces con esa risa cómplice y amistosa con una venia o un movimiento de mano de quienes se ubican desde hace mucho; de sus miradores, de sus vistas de postal, del mar y su bahía, de los orígenes y barrios, del amor romántico, etc”, cuenta el profesional.
Constructora Benavente
Desde 2013 se instaló a trabajar definitivamente en la ciudad Puerto, “y si Dios quiere para toda la vida en esta tierra, en una empresa que nació acá en la V región, y que está desde siempre en Valparaíso: “Constructora Benavente”, declara Torres.
Formada por la familia Benavente Font de la Vall originarios de Playa Ancha. “Una empresa local con 25 años de existencia comprometida en el tema social, con un emprendimiento en al ámbito social que ya quisieran otras grandes ciudades y empresas, desarrollando y cambiando la vida de tantos en la zona. Por ejemplo uno de nuestros proyectos el “Condominio Elberg” en el cerro La Cruz solucionando la vida de 344 familias y luchando inclusive contra la naturaleza en el último incendio que devastó esa zona. Como no recordar a todos nuestros trabajadores, apoyando y reconstruyendo lo destruido, como no recordar la hermandad de nuestra empresa, su personal, los trabajadores y de los porteños para luchar contra la adversidad y cuidar de vecinos y de los desvalidos, es decir, de nuestra propia gente en tan duros momentos”, indica el especialista.
“Quiero ser un aporte a esta ciudad, mejorar la condición en que viven los porteños, participar dentro de esta constructora regional con alma, que me invita a ser partícipe del sueño de sus fundadores, de lograr un mejor Valparaíso. Queremos construir y mejorar, pues creemos que en la vivienda que entregamos se forma un hogar establecido con las condiciones adecuadas y podemos impactar en la vida de nuestros vecinos porteños y quizás ellos impactar en un futuro a través de sus hijos, y sus hijos impactar la vida de un Chile que construya futuro, pues cuando se ama lo propio no se le destruye se le mejora, se le cuida y uno se da todo por ello”, agrega el porteño.
“Nosotros estamos aquí para quedarnos, para seguir construyendo futuro, para levantar una y mil veces la ciudad, con los vecinos y personas que aman este pedacito de cielo, este pedacito de paraíso”, concluye Torres.